Consiste en una exfoliación controlada de las capas de la piel que estimula el proceso de renovación cutánea que se va enlenteciendo con la edad”. No en vano, esta eliminación de capas obliga a la piel a regenerarse formando nuevos componentes tanto en la dermis como en la epidermis.
El masaje relajante consiste en la realización de maniobras superficiales en las que la intensidad de la presión es suave y el ritmo lento y reiterativo, de manera que al recibir un contacto repetido y constante, se pierde la sensación de dolor y los músculos se relajan.