El Método Difinitivo

El vello facial presenta características diferentes al del resto del cuerpo a causa de la especial constitución de la piel del rostro, poblada de folículos pilosos que inicialmente están inactivos y que a lo largo de la vida pueden generar vello en función de su localización del balance hormonal de la persona, factores genéticos y otros aspectos. Y es esta condición de diferenciación lo que hace que el vello facial sea especialmente resistente a todo tipo de tratamiento depilatorio, incluida la depilación láser, por lo que la depilación definitiva no es un objetivo realista.

En el caso del hombre, los folículos pilosos de la cara comienzan a activarse con la pubertad, adquiriendo una progresiva densidad hasta cubrir la zona de la barba y el bigote. El afeitado contribuye a incrementar su fuerza y grosor, pero los niveles de testosterona son los que determinan su salida.     

En la mujer, sin embargo, la caída de estrógenos que se produce tras la menopausia, u otras alteraciones hormonales, conlleva un aumento de la presencia de testosterona, lo que determina que en un momento dado la densidad de vello facial aumente significativamente y que se activen nuevos bulbos pilosos, de modo que, aunque se hayan eliminado los anteriormente existentes, continúe creciendo vello.

Es por todo ello que, aunque la depilación facial con láser diodo es eficaz, al haber siempre bulbos pilosos inactivos, éstos pueden activarse en cualquier momento a lo largo de la vida. De ahí que en este caso la depilación no pueda ser considerada como definitiva y que sean necesarias sucesivas sesiones espaciadas en el tiempo para mantener el rostro libre de vello, sabiendo que siempre puede surgir vello nuevo.

Antes de que una mujer decida optar por la depilación con láser diodo debe tener en cuenta que la eliminación del vello facial mediante pinzas o cera estimula la activación de nuevos bulbos pilosos. Asimismo, en tanto que el vello sea fino y claro la depilación por láser diodo no es la más adecuada, ya que éstos no podrán eliminarse, dada su baja concentración de melanina.

El láser diodo, de hecho, permitirá eliminar el vello más grueso y oscuro, pero se debe ser consciente de saldrán otros pelos nuevos o se engrosarán los más finos, lo que requerirá planificar otra sesión de depilación láser para más adelante, y así sucesivamente.

Lo importante, en definitiva, es ponerse en manos de un profesional y no caer en la trampa de falsas promesas alejadas de la realidad.