Es un servicio recomendado para mujeres y hombres que generan mucha cutícula en poco tiempo, que les crecen las uñas muy rápido o les gusta cambiar de color constantemente. Comenzamos retirando el esmalte, limpiando e higienizando las uñas. Luego, se pulen las durezas de los dedos, se liman las uñas (en forma ovalada o cuadrada) y se aplica removedor de cutícula. Los cueritos que sobran se retiran con una esponja suave. A continuación, se realiza una exfoliación con un masaje verdaderamente relajante. Antes de aplicar el color, se esparce una crema hidratante y se quita la grasitud de las uñas para que el esmalte quede bien adherido. Dependiendo de la calidad de las uñas, se aplica calcio o vitaminas. La sesión, que dura aproximadamente una hora, finaliza con una segunda mano de color y un brillo secante que hace que el esmalte quede brillante y con un acabado perfecto.